4 de abril de 2016

Traga.



Me he comido cuatro Donettes seguidos, que tampoco es tanto si piensas que son de los pequeños, y los cuatro me han sabido a la perenne certeza de que los tíos no merecen la pena. Son las siete de la tarde y acabo de recibir el mensaje de "J" al que, en teoría, había invitado a tomar café. Está en el sofá y se ha quedado durmiendo después de ir a un restaurante japonés, me dice. Eso me pasa por alternar con fumetas pseudo-hippies de pelo largo. Pienso si ponerle el símbolo del dedo corazón extendido en el mensaje, pero caigo en la cuenta que me ha regalado un vaso de miel de pino hecha en Italia porque estoy mal de la garganta y decido no hacerlo. Me como los donuts por no comerme las manillas del reloj y clavármelas en el corazón a golpe de dentellada. Me los como y forman una masa negruzca en mi garganta que se mezcla con las flemas.

Con "J" he quedado cuatro veces y en ninguna de ellas ha habido sexo. Hemos ido a tomar algo y a hablar, justo lo contrario que suelo hacer, pero uno, a veces, tiene que ser persona y beber cerveza en vez de semen. "J" me cae bien, pero hay algo de él que no me termina. Y yo me pregunto, ¿qué tiene que tener una persona para que me termine del todo? La lista es larga, extensa, kilométrica e inamovible. Ese es el problema.

Miro el envase vacío de los Donettes y me entra el ataque de tos. Me doblo, cierro los ojos, me caen dos lagrimones y escupo dentro cuando no puedo más. Las expectativas son como los lapos, pegajosas. Aprovecho el envase, recojo las cacas de mi gato una a una y las pongo dentro. Voy a la basura y, de camino, tecleo: "Qué pena, te has perdido unos Donettes deliciosos", y le doy a enviar mientras pienso en "J" comiéndose la mierda de mi gato.

1 comentario:

Anónimo dijo...

- Chico1, lejos de follar a la primera de cambio como es su costumbre, entabla amistad con chico2. Se comportan como "amiguis".
- Chico2 no termina de llenar a chico1. No sabemos qué piensa chico2 de chico1 para no habérse amorrado al pilón después de cuatro quedadas.
- Chico2 se queda "sobao" en el sofá mientras chico1 engulle los Donettes que iban a acompañar al café al que había invitado.
- Saciado por el chocolate y agradecido por el detalle paternal que le trajo chico2 para aliviar su mal de garganta, chico1 decide no enemistarse y resuelve el tema con un mensaje liviano para lo que le ha jodido.
- Chico2 se libra de comerse las mierdas del gato de chico1.

Una tarde redonda, como los Donettes.

Versátiro.